7.9.08

Huida

Todo se acabó cuando, tras alinear sus dedos índice y corazón, apuntó al mismo y, tras flexionar las falanges, se oyó un estruendoso ruido. Lo último que vio fue su cara sonriente; el último placer reflejado en el espejo de su dormitorio.

Teletransport, please - The unfinished sympathy